El código de circulación

Recuperando en la memoria alguna de las reglas básicas que se deben aplicar a diario, pensaba en los intermitentes. Conducimos habitualmente por inercia. Aun sabiendo que tenemos una gran responsabilidad, en algunos momentos olvidamos el respeto hacia el prójimo y la gravedad de las consecuencias de una conducción temeraria. “Comprobar que se puede realizar la maniobra, señalizarla y posteriormente realizarla” es el orden lógico que nos recuerda el anuncio que apela a la conducción responsable. Pero hoy, analizando algunas noticias de la prensa diaria, me preguntaba: ¿por qué no aplicamos esta máxima circulatoria a otros asuntos tan importantes como puede ser el buen manejo de un vehículo? Leía la noticia de Vic, padrón, inmigrantes, ahora digo, ahora desdigo, primero maniobro, luego compruebo, después maniobro y pongo el intermitente a la vez…
Considero, y lo hago con el mayor de los respetos, y algo así dijo Azaña (aunque yo territorializaré para que no me tilden de algo que no soy), que si en Catalunya sólo hablasen de determinados temas aquellas personas que de verdad saben, en muchos momentos se producirían silencios reflexivos, que invitarían a hacer aquello que los orientales practican habitualmente, dejando para mañana lo que pueden hacer hoy, en aras a la reflexión,  pensando y planificandoo adecuadamente.
La buena convivencia en las ciudades es responsabilidad de todas y cada una de las personas que en ellas viven. Los derechos y los deberes, unos y otros, los otros y los unos, sin diferencia, han de servirnos para garantizar esta democracia que nos hace libres.

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